Pocas historias entremezclan tanto la realidad con la ficción como la del lebrel afgano, una raza exótica galante de una gran belleza. Salvaguardado por los afganos como un gran tesoro, este lebrel no fue descubierto por los europeos hasta finales del siglo XIX. A pesar de la aparición de las Guerras Mundiales y de la extinción de la línea europea, la pasión que había despertado logró su reaparición y pervivencia en Occidente.
Si existe un rey de los perros, ese es el lebrel afgano, un perro misterioso que te cautiva a la primera mirada. Mirada con la que el lebrel afgano Kabul cautivó a nada menos que a Pablo Picasso y le hizo ganarse un lugar en el arte desde ese sillón azul de su famoso cuadro «Femme au Chien» de 1962.
ORIGEN E HISTORIA DEL LEBREL AFGANO
A diferencia de otras razas, el origen del lebrel afgano está lleno de misterios y leyendas. Desde considerarlo como una de las razas más antiguas de nuestro mundo hasta señalar que fueron elegidos por Noe para salvarse del Diluvio Universal. Y es que trazar su historia es un difícil camino lleno de mitos y pocos datos fehacientes.
Esta falta de datos tiene su explicación el espíritu nómada de los pueblos que habitaban dichos territorios, así como por la llegada y expansión del Islam que prohibía la representación de seres vivos.
A pesar de ello, la teoría más aceptada señala su origen en Persia, desde donde llegaría al territorio del la actual Afganistán a través de las rutas comerciales. Se desconoce la fecha exacta en la que habría ocurrido la llegada, pero se señala al saluki como la raza de origen del actual lebrel afgano. El saluki se tuvo que adaptar a la diversidad climática y geográfica de Afganistán, dando lugar a diversos tipos de galgo según la región en la que habitasen y su labor, bien como perro de caza, defensa o pastoreo.
En Afganistán hubo una gran protección de la raza, impidiendo su exportación al extranjero por su consideración de tesoro nacional. No fue hasta finales del siglo XIX y principios del XX cuando se exportaron algunos ejemplares a Gran Bretaña desde la India. La popularidad de la raza se logró con la victoria de «Zardino» en la Exposición Canina de Inglaterra en 1907 en la categoría de perros extranjeros, estableciéndose el primer estándar de la raza en Occidente. Aunque no duraría mucho, debido a que el estallido de la Primera Guerra Mundial paralizó la actividad canina y su exportación, llegándose a perder la raza en Europa.
Tras el fin de la guerra se retomó la exportación de ejemplares de lebreles desde Afganistán, pero ninguno de ellos cumplían con el estándar establecido por Zardino. En aquel entonces existían dos tipos diferentes según su procedencia: los lebreles de las regiones desérticas del suroeste, de complexión delgada y estilizada, con escaso pelaje de tonos claros; y los lebreles de las regiones montañosas del norte, con una estructura más compacta y un pelaje más denso de tonos más oscuros. Ambos tipos se fueron mezclando hasta alcanzar el estándar actual de la raza.
En la actualidad, los lebreles afganos han relegado a un segundo plano su faceta de perros cazadores, pastores o de defensa y son admirados por su gran belleza exótica. Belleza que les hace habituales de las exposiciones de belleza canina, así como del cine y de la publicidad.
CARACTERÍSTICAS FÍSICAS DEL LEBREL AFGANO
El estándar oficial del lebrel afgano fue establecido por la Federación Cinológica Internacional en el 2010. Clasificada en el grupo 10 sección 1 como lebreles de pelo largo u ondulado, sus características físicas son:
- Esperanza de vida: entre 12 y 14 años.
- Talla: grande.
- Altura: entre los 63 y 74 cm.
- Peso: entre 25 y 30 kg.
- Complexión: delgada.
- Extremidades: largas y fuertes.
- Ojos: almendrados y ligeramente oblicuos hacia el exterior, lo que les aporta una apariencia casi triangular. De preferencia oscuros, pero no se excluyen los tonos dorados.
- Orejas: largas, de inserción baja, situadas muy detrás de la cabeza y cubiertas de pelo largo.
- Hocico: largo con trufa negra, aunque se admite el color hígado en ejemplares con pelaje claro.
- Mandíbulas: largas y poderosas con mordida en tijera, aunque también se acepta en pinza.
- Cuello: largo y fuerte para sostener un porte orgulloso de la cabeza.
- Cola: larga, baja y formando un anillo en la punta. Está cubierta de un pelo muy fino en forma de pluma.
- Pelo: largo y sedoso que cubre todo su cuerpo. El pelo en la región facial es corto y se alarga a partir de la frente, creciéndole un mechón bien marcado en su comienzo.
- Colores del manto: se admiten todos los colores.
- El manto: negro, negro con gris, negro con dorado, azul, azul con crema, crema, rojo, gris y blanco.
- La máscara facial: negra, blanca, atigrada, atigrada negra y atigrada blanca.
A pesar de que los lebreles afganos sean famosos por su elegante belleza, son perros muy fuertes y ágiles, seleccionados genéticamente para soportar una jornada entera de caza en alta montaña. Su largo y suave pelaje es su mejor protección frente a las bajas temperaturas típicas de los climas montañosos y sus grandes almohadillas absorben los impactos producidos al trotar por terrenos pedregosos.
CARÁCTER DEL LEBREL AFGANO
El lebrel afgano es un perro exótico de mirada intensa. Se le considera el más elegante de los perros, no sólo por su pelo, sino también por su porte aristocrático. A pesar de sus singularidades, el lebrel afgano mantiene muchas similitudes de carácter con sus razas hermanas, como su temor hacia los extraños.
Es una raza de contradicciones. Es un espíritu libre, un perro con personalidad, valiente, independiente y muy sensible a su entorno. Pero a su vez son perros muy dulces y tremendamente leales con su dueño.
A pesar de que en ciertos círculos se considere un perro desobediente y difícil de educar, no lo es tanto por su falta de inteligencia, sino por los métodos de enseñanza inadecuados que se emplean. El lebrel afgano es un perro muy inteligente, pero también muy sensible, al igual que las otras razas de galgo. Para tener un buen vínculo, se debe optar por una educación amable o en positivo, en la que se prescinden de los castigos activos, evitándose en un futuro problemas graves como puede ser la indefensión aprendida.
El lebrel afgano es una raza de perro criada para la caza, el pastoreo y la guarda. Tiene una predisposición natural hacia la caza de presas en movimiento y aunque no llegue a ser tan rápido en carrera como el greyhound, es muy robusto y resistente, pudiendo correr sin problemas en todo tipo de terrenos. Por esta razón, se debe prestar especial atención antes de soltarlo en espacios no acotados.
A pesar de lo que se pueda pensar, son perros muy tranquilos. Su rutina ideal de ejercicio sería realizar un largo paseo con tan sólo unos minutos de carrera, para mantener su tono muscular.
ENFERMEDADES DEL LEBREL AFGANO
El lebrel afgano se puede ver afectado por una serie de patologías más frecuentes en su grupo racial:
- Displasia de cadera.
- Malformación de la articulación del codo.
- Dilatación gástrica.
- Torsión gástrica.
- Quilotórax.
- Cataratas.
- Entropión.
- Sensibilidad química a ciertos compuestos y tratamientos médicos, como la anestesia.
CUIDADOS DEL LEBREL AFGANO
El lebrel afgano es un perro que requiere de muchos cuidados. Para mantener su famoso pelo sano y limpio, necesita cepillados diarios para evitar nudos, así como baños mensuales y visitas a la peluquería para conservar su característico corte. Al tener un pelo tan largo y abundante, se recomienda revisarlo bien durante el cepillado para detectar posibles parásitos.
Gracias a la protección de su manto, es una raza amiga de los climas fríos. No por ello se debe cortar o rapar el pelo durante el verano porque le sirve de aislante térmico y le protege del sol.
Hay que prestar especial atención a sus largas y peludas orejas, para retirar el exceso de cera o suciedad que pueda acumularse en sus oídos. También es importante mantenerlas secas tras el baño o las lluvias para prevenir infecciones.
Como con el resto de perros, se debe acudir periódicamente al veterinario para su vacunación, desparasitación y revisiones de salud. También se debe mantener una rutina estable de paseos diarios y de alimentación.
TÚ Y TU LEBREL AFGANO
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