Elke Vogelsang, afamada fotógrafa de mascotas, nos cuenta su experiencia

Hemos tenido la oportunidad de hablar con Elke Vogelsang, esta fotógrafa alemana que consigue fotografiar multitud de expresiones en las mascotas. Siendo los perros los protagonistas de muchas curiosas imágenes.

En El Galgo Azul no podíamos pasar la oportunidad de colaborar con ella y junto a la Fundación Benjamin Mehnert donando el 10% de los beneficios de collares Martinagle y l camas portátiles hasta final de este mes de julio.

No sin antes aprovechar para conocer a esta impresionante artista y su experiencia fotografiando escenas tan entrañables:

-¿Qué te llevó a dedicarte a la fotografía de mascotas?

Mi obsesión por la fotografía comenzó cuando mi marido, Carsten, enfermó gravemente. El día de Navidad de 2009 los perros (en aquellos días sólo tenía Noodles y Scout, dos mezclas de Galgo Español) de repente empezaron a ladrar y aullar. Cuando corrieron a la puerta del baño, encontré a Carsten inconsciente. Carsten fue llevado al hospital inmediatamente. Me dijeron que iniciarían un coma inducido. El diagnóstico fue una hemorragia cerebral grave debida a la rotura de una aneurisma.

Los meses siguientes estuvieron marcados por la temblorosa incertidumbre. En contra de las expectativas de los médicos, había sobrevivido. Habíamos conseguido superar este obstáculo, pero todavía nadie podía decirme si podría recuperarse o volver a llevar una vida normal.

Me alegro de haber tenido a mi familia, a mis amigos, a nuestros perros (que eran aún más cariñosos de lo normal en aquellos días) y a la fotografía para distraerme en aquellos momentos. Recuerdo perfectamente el día en que Carsten empezó a recordar cosas. Tuvimos suerte y la suerte nos llegó en forma de tres perros guardianes, médicos maravillosos y el asombroso poder de recuperación de mi marido.

 La mejor manera de destacar tus habilidades es practicar tan a menudo como puedas. No podía dejar de hacer fotos, ni siquiera cuando mi marido volvió a casa. Con otros familiares enfermos a los que cuidar, el estrés seguía jugando una gran parte en nuestras vidas.

La fotografía se había convertido en algo parecido a una terapia. Como mis motivos seguían siendo principalmente nuestros perros, cada vez más gente me preguntaba si también podía fotografiar a sus perros.

Los acontecimientos dramáticos te hacen pensar en la vida y en lo que te gustaría hacer de ella. Mi trabajo como traductora autónoma era seguro y funcionaba bien, pero no era emocionante ni creativo. Me sentía atrapada en la rutina y en un trabajo aburrido. Así que me atreví a dar el paso y a convertir mi afición en mi profesión. Ahora, unos años después, trabajo con éxito y a tiempo completo como fotógrafa profesional y no podría estar más contenta con mi decisión.

– Vemos que has fotografiado todo tipo de perros, ¿hay alguna raza que te de más juego?

Me encantan todo tipo los perros de caza. Son inteligentes, sensibles y les gusta trabajar con los humanos. Más fácil de fotografiar son los perros de muestra, como el vizsla, el braco de Weimar y los spaniels. Son muy inteligente y muy obedientes. Los galgos o podencos, por ejemplo, no son tan fáciles porque son más independientes y muchas veces se trata de perros que vienen de refugios con una historia más difícil. Pueden ser tímidos y no tener tanta confianza en sí mismos. Sin embargo, son mis razas favoritas.  

– ¿Cuánto tiempo tardas en sacar una de esas afamadas fotografías? ¿Cómo consigues que el perro pose para la foto? ¿Trabajas en un estudio?

Soy conocida por mis imágenes en estudio pero también tomo fotos al aire libre. Durante una sesión disparo un gran número de tomas pero uso solamente una selección de alrededor de diez capturas por sesión en el estudio. Las fotos son muy similares y siempre hay una foto que es mejor que otras. Me gusta poner el enfoque en la expresión del perro y solo la expresión más divertida o interesante vale la pena editarla y presentarla al mundo.

– Ahora junto con la Fundación Benjamin Mehnert promocionas una campaña solidaria para recaudar donaciones para esos perros terriblemente abandonados , ¿qué te llevó iniciar esta colaboración?

Si pudiera ayudar un poco con mis fotos, sería genial. La Fundación Benjamin Mehnert hace una labor tremenda por los abandonados. 

Mis perros fueron rescatados de la calle. 

Son mi alegría, mi recreo, mi fuente constante de risas. Son musas, amigos y miembros de mi familia. Los tres son perros rescatados. Pero la basura de un hombre es el tesoro de otro. Y ellos son mis tesoros.

Todavía existen algunos estereotipos y conceptos erróneos sobre los perros de refugio. Cuando se habla de perros de protectoras, mucha gente da por sentado que algo debe andar mal para que un perro acabe en una protectora. Pero los animales son abandonados por diversas razones, por ejemplo, el dueño ha muerto; descienden de una camada no deseada; el animal ha tenido que ser retirado de un entorno nocivo por culpa de un dueño negligente o maltratador. Los dueños no tenían ni idea de la responsabilidad que conlleva; tuvieron que mudarse de piso y no se les permitió llevarse mascotas; los perros se utilizaban como animales útiles y debido a lesiones o a la edad ya no podían rendir como se esperaba, etc.

Incluso los perros que han sufrido malos tratos masivos suelen tener una notable capacidad de recuperación. Con paciencia y cariño, a menudo son capaces de volver a confiar en los seres humanos. Los refugios bien dirigidos darán a las personas interesadas la oportunidad de conocer al posible nuevo miembro de la familia y discutir si la mascota es adecuada para el entorno y la situación propuestos. En los refugios hay perros adorables de muchas razas en busca de hogar, incluso cachorros y razas puras. Seguro que la gente puede encontrar a su próximo amigo canino y miembro de la familia en un refugio local o a través de una organización de rescate como la Fundación Benjamin Mehnert. 

– En su momento decidiste acoger 3 perros maravillosos, ¿porqué tomaste la decisión de adoptar un perro?

Mi familia siempre ha tenido perros. Cuando decidí que quería adoptar un perro, a mi marido no le entusiasmó. Nunca había tenido nada que ver con perros. Así que yo buscaba un perro especialmente amistoso. Lo encontré en Noodles, una galga mestiza de un refugio de animales de España. Noodles adoraba todo y a todos. Y ella hizo que mi marido amara los perros. Llegaron dos perros más, también perros callejeros. Los tres son miembros maravillosos de la familia. 

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