El Galgo Italiano, el más pequeño de los lebreles

La elegancia se hizo arte con el lebrel italiano y es que pocas razas pueden enorgullecerse de haber sido la inspiración de artistas de todos los tiempos, desde la Grecia Clásica hasta los pinceles de grandes renacentistas como Giotto. Su reflejo en el arte muestra la importancia de este galgo entre la aristocracia europea, quienes lo convirtieron en la versión más pequeña de los lebreles.

A pesar de estar al borde de la extinción en dos ocasiones, este pequeño cazador es un afortunado entre los galgos. El galgo italiano se ganó su pervivencia en el tiempo más que por cazar liebres, por haber conquistado un buen rincón en el triclinio (diván romano) para sestear a pata suelta.

piccolo, lebrel italiano

ORIGEN E HISTORIA DEL GALGO ITALIANO

Los restos más antiguos que se conocen de un perro similar al actual galgo italiano se han encontrado en una tumba egipcia de más de 6.000 años de antigüedadsiendo una muestra de su presencia e importancia en la Corte de los Faraones. Este antepasado también se expandió hacia la antigua Grecia y Turquía, quedando representado en diversas artes decorativas como jarrones y vasijas.

Su llegada a la actual Italia se produjo en el siglo V AEC y existen dos teorías que explican cómo se produjo. La primera indica que fueron los fenicios los responsables de su introducción en el territorio romano desde Grecia y Turquía, mientras que la segunda considera que fueron los soldados romanos quienes portaron consigo al lebrel cuando regresaban a sus hogares tras las campañas militares. Sea como fuere, se convirtió en los favoritos de los patricios, quienes desarrollaron dos tipos: uno más grande destinado a la caza de la liebre y otro más pequeño y delicado que se convirtió en perro de compañía.

Durante la Edad Media la raza comenzó su expansión por la cuenca del Mediterráneo, pero no fue hasta el Renacimiento cuando se produjo el mayor desarrollo de la raza como perro de compañía. Alcanzó tal popularidad entre los aristócratas italianos durante este periodo que fue el origen de su denominación como «galgo o lebrel italiano», convirtiéndose en un personaje habitual en las pinturas renacentistas italianas.

Su expansión por las Cortes Europeas alcanzó su culmen en el siglo XVII con la introducción de la raza a Inglaterra por parte del monarca Carlos I. Gracias a ello, el lebrel se hizo un hueco en las Cortes de Dinamarca, Rusia, Alemania y Prusia, siempre manteniendo su perfil de perro de compañía.

Durante el siglo XIX, la genética del galgo italiano se empobreció debido a la obsesión de los nobles por obtener un perro cada vez más pequeño para así diferenciarlo del whippet. Los galgos se convirtieron en perros muy frágiles con problemas de fertilidad y aquejados de enanismo, situándose al borde de la extinción. Sin embargo, a principios del siglo XX los criadores se esforzaron en recuperar las líneas genéticas más saludables de la raza.

A pesar de ello, la raza se enfrentó a otro periodo crítico en el que estuvo a punto de extinguirse nuevamente por la devastación que habían supuesto las dos Guerras Mundiales en Europa. Por suerte, el galgo italiano había llegado a Estados Unidos y a Canadá durante el siglo XIX, desde donde se importaron ejemplares al viejo continente para limpiar y revivir las empobrecidas líneas raciales europeas.

En la actualidad, los galgos italianos mantienen su consideración como perros de compañía, a diferencia de otras razas de galgos que siguen siendo explotadas como perros de caza o de carreras. Gracias a su pequeño tamaño y su carácter extremadamente cariñoso, se han convertido en uno de los lebreles más populares en el mundo.

CARACTERÍSTICAS FÍSICAS DEL GALGO ITALIANO

El estándar oficial del galgo italiano fue establecido por la Federación Cinológica Internacional en el 2010. Clasificada en el grupo 10 sección 3 como lebreles de pelo corto, sus características físicas son:

lebrel italiano infografia

  1. Esperanza de vida: entre 12 y 15 años.
  2. Talla: pequeña.
  3. Altura: entre los 32 y 38 cm.
  4. Peso: máximo de 5kg.
  5. Complexión: delgada.
  6. Extremidades: largas con musculatura fina.
  7. Ojos: grandes, redondeados y expresivos con iris de color oscuro y pigmentación en el borde de los párpados.
  8. Orejas: altas, pequeñas, plegadas sobre sí mismas y orientadas hacia detrás.
  9. Hocico: estrecho con una trufa de color oscuro y con las ventanas de la nariz bien abiertas.
  10. Mandíbulas: fuertes y alargadas con mordida en tijera.
  11. Cuello: largo y musculado con la línea de la garganta levemente convexa y la nuca ligeramente arqueada y abultada en la base.
  12. Cola: larga, baja y fina, recta en la primera mitad y se dobla en la punta.
  13. Pelo: raso, fino y suave.
  14. Colores del manto: 
    • Negro, gris e isabelino en todos sus tonos.
    • Cualquiera de los anteriores con blanco en el antepecho y en los pies.

El galgo italiano es el más pequeño de todas las razas de galgos, resultado de la cría selectiva realizada en los últimos siglos. Son una versión en miniatura de sus otras razas hermanas, manteniendo sus características físicas. Por esta razón, los galgos italianos serán los más pequeños, pero son los más rápidos de entre el resto de razas de perros de pequeña estatura, llegando a alcanzar los 40 km por hora en plena carrera.

CARÁCTER DEL GALGO ITALIANO

El galgo italiano es un perro tremendamente afectuoso, tranquilo y reservado. Durante la etapa de cachorro se muestra muy alegre y activo, relajándose el carácter conforme crece aunque sin perder ese espíritu de cachorro juguetón.

Es una raza muy familiar y hogareña, pero tiende a crear un vínculo especial con un miembro determinado de la familia, al que le solicitará la mayor atención y cariño. Debido a esta característica, de adulto se puede llegar a mostrar indiferente e incluso temeroso con los extraños, por lo que no hay que descuidar su socialización durante su desarrollo.

Los galgos italianos son perros muy inteligentes y aprenden muy rápido, pero nunca a través de métodos tradicionales que hagan uso de castigos activos. Es importante tener presente que los galgos son perros muy sensibles y que pueden entrar fácilmente en indefensión aprendida si se emplean los castigos como parte de su educación. La indefensión aprendida supone un bloqueo para el animal, el cual cesa de mostrar comportamientos ante el miedo de ser nuevamente castigado.

A pesar de haber sido criado como perro de compañía, aún pervive en la raza el instinto de caza de pequeñas presas en movimiento y las barreras físicas no le suelen suponer un impedimento gracias a su gran capacidad de salto. Como es muy difícil que un perro atienda a tu orden cuando ha entrado en instinto, debes evitar las circunstancias que puedan activarlo si lo paseas suelto.

Los galgos italianos son perros tranquilos, pero de energía explosiva como buenos galgos que son, por lo que su rutina ideal de ejercicio sería realizar un paseo de media hora con unos minutos de carrera. Y dadas sus características físicas, funcionan muy bien en los circuitos de agility, en donde obtienen muy buenos resultados.

ENFERMEDADES DEL GALGO ITALIANO

El galgo italiano se puede ver afectado por una serie de patologías más frecuentes en su grupo racial:

  1. Displasia de cadera.
  2. Luxación de rótula.
  3. Enfermedad de Perthes.
  4. Enfermedad de Von Willebrand.
  5. Hipotiroidismo.
  6. Alergias.
  7. Atrofia progresiva de la retina.
  8. Degeneración vítrea.
  9. Cataratas.
  10. Criptorquidia.
  11. Epilepsia.
  12. Problemas derivados por la falta de densidad ósea en perros menores de 18 meses como fracturas, fisuras y luxaciones.

CUIDADOS DEL GALGO ITALIANO

El galgo italiano no requiere grandes cuidados al ser un perro de pelo corto. Se debe mantener una higiene básica y atender a su salud capilar en los periodos de muda.

Esta raza se caracteriza por un crecimiento muy rápido de las uñas, por lo que hay que prestar especial atención a su cuidado para evitar evitar fisuras, roturas o deformaciones plantares derivadas del crecimiento desmesurado. También se ha de prestar especial atención a su higiene dental porque son propensos a desarrollar sarro.

Como se ha comentado en el punto anterior, se debe tener especial cuidado con los galgos menores de 18 meses por la falta de densidad ósea en el esqueleto durante su desarrollo. Durante esta etapa se debe evitar que el galgo juegue con perros que tengan mayor potencia física o con niños pequeños que aún no sepan tratar con cuidado a los perros. Las patas son las principales afectadas y pueden romperse con un mal salto, corriendo o por un golpe.

También se debe tener en cuenta que no es una raza amiga de los climas fríos ni lluviosos, por lo que es muy recomendable que se les proporcione el abrigo que sea necesario, tanto en casa como durante los paseos: mantas, estufas, abrigos, polares e impermeables.

Como con el resto de perros, se debe acudir periódicamente al veterinario para su vacunación, desparasitación y revisiones de salud. También se debe mantener una rutina estable de paseos diarios y de alimentación.

TÚ Y TU GALGO ITALIANO

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