Descubre cuáles son las enfermedades más comunes en los galgos

Nuestras mascotas también se enferman, ¡Es muy importante mantenerlas saludables! Cuando se trata de perros, debemos decirte que no todas las razas son iguales y hay algunas que son más propensas que otras, a padecer ciertas enfermedades. ¿Cuáles son las enfermedades más comunes en los galgos? ¡Te lo contamos!

Las cinco enfermedades más comunes en los galgos

Los galgos son unos perretes entrañables, cariñosos y cazadores por naturaleza. Necesitan de mucho espacio para liberar su energía, aunque tienen un carácter tímido. ¡Son compañeros muy leales! Si tienes galguitis aguda y una mascota de esta raza en el hogar, ya conocer cómo es su constitución física.

Esta raza tiene un cuerpo esbelto, muy perfilado y es muy propensa a pasar frío, por el tipo de pelaje. Algunas de las enfermedades más comunes en los galgos pueden deberse a su constitución física, pero también a su anatomía interna y hasta sus hábitos como raza.

Síndrome del comedón ventral

Esta enfermedad afecta a los galgos a nivel del pecho, precisamente la parte de la mascota que hace contacto con el suelo. El síndrome del comedón ventral suele repercutir en muchos galgos y se manifiesta a través de manchas, como las espinillas de los humanos en la cara. Aunque no existe un tratamiento específico, es recomendable seguir una higiene adecuada con tu mascota y utilizar productos suaves para el baño. Por otra parte, no está de más recomendar el uso de ropa que proteja la zona y, por supuesto, una cama para evitar el contacto constante del pecho con el suelo.

Anemia, una de las enfermedades más comunes en los galgos

Los galgos son atletas natos, ¡Les encanta correr! Esta condición, que es inherente a la raza, hace que tengan más cantidad de glóbulos rojos. ¿Por qué? Porque los necesitan para llevar altos niveles de oxígeno a los músculos. Ya te lo adelantamos, los galgos son, por naturaleza, inquietos.

El recuento de glóbulos rojos se hace a través del PCV o volumen celular lleno. En los perros, el valor normal oscila entre 37 y 55. Sin embargo, el conteo de glóbulos rojos en los galgos oscila entre 41 y 64. Esto significa que, para cualquier otro perro, tener un conteo de glóbulos rojos de 38 es algo normal, pero, para un galgo, esto se traduce en anemia. La anemia puede tratarse de diversas maneras, pero es algo que debe abordar el veterinario. En el caso de los galgos, al ser algo inherente a la raza, una buena alimentación, que aporte los nutrientes que necesita, suele ser suficiente.

Atrofia progresiva de retina

La atrofia progresiva de retina o PRA es un cúmulo de trastornos oculares degenerativos que pueden ocasionar ceguera en ambos ojos. La PRA es una enfermedad que puede tener un origen genético, en el caso de los galgos. Los primeros síntomas de la enfermedad se manifiestan con la ceguera nocturna y los perros prefieren quedarse en un ambiente iluminado, antes que salir a dar un paseo.

Con el tiempo, la superficie del ojo se vuelve turbia y puede adoptar un color verde brillante. Es un padecimiento que, desafortunadamente, no tiene cura.

Fracturas en los galgos

Ya sabes que los galgos son corredores natos y las fracturas están a la orden del día. En estas mascotas, las fracturas del hueso tarsiano central son las más habituales, especialmente, en los galgos de carreras, pero también en aquellos que disfrutan correr mucho al aire libre. Además, también son propensos a las fracturas del tarsiano central. Las fracturas tienen solución y cura. Sin embargo, a medida que la mascota envejece, es necesario hacer un seguimiento por posibles recaídas en las lesiones.

Problemas hormonales

Los galgos a menudo presentan intolerancia al frío o a la inactividad. Cuando bajan las temperaturas, ya sabes que estas mascotas necesitan estar muy calentitas, sin embargo, estos síntomas pueden camuflar una de las enfermedades más comunes en los galgos: el hipotiroidismo.

Te contamos que esta raza tiene bajos niveles de la hormona tiroidea T4. Y, los síntomas, entre otros, son la intolerancia al frío y la inactividad. Es por eso que el diagnóstico del hipotiroidismo puede pasar desapercibido. Otros síntomas que deben ponerte en alerta son la pérdida o aumento de peso, infecciones en la piel, escasez de pelo e infecciones de oído. Ante estos manifestaciones, ¡Recuerda acercarte al veterinario!